me sentí
bendecida
hoy cuando desperté
y el sol
entraba
por todos
lados,

dormì en el colchón
a la entradita

no quiero
quedarme en
mi pieza;


pienso que
viviría en un
templo silencioso
y eventualmente mi ruido
se apagaría,


siento el
eco en las
paredes,

el sonido de las gotas
de agua.

te pedí silencio esa noche y
con mis uñas desgarré mi piel
por debajo del
ombligo,

quisiera
romper
mi centro,

como una
bolita de mercurio,


yo no quiero ser vampira pero
llevo tu sangre en los dientes,
temo
desesperar,

las situaciones sociales y
mi dinámica de consumo
me están arrastrando a la
resequedad,

no vivo en un
templo sangrado estoy
en medio de un desierto un
páramo con tierras rotas y
tu aliento es abrumador.


quiero que estés
lejos
no
quiero que estés lejos,

mojo mis pies en un charco,

me siento a esperar el impacto
de las pastillas,
y sé
que lo que hace dios
nada de esto lo reemplaza.

podríamos discutirlo
abiertamente en la cocina abiertamente
frente a las ventanas en la noche con pinos
y cielo rosa a lo lejos.

probablemente abandone
tu mundo
y ya me vaya hacia el mío
siempre
me voy de este mundo
el de la poesía y yo
el de los
estudios,

la denegación de mis
necesidades hicieron
que casi muerta de sed
golpee a tu puerta,
llorada,
disfrazada de monje,
aunque todos saben aunque vos
sabés
que soy una prostituta
llena de furor


tanto yo te he
mentido